ACTUALIDADCARTA DE OYENTESPOLITICA

HACER ARGENTINA CON LO QUE MENOS DAÑO NOS HAGA EN LOS PROXIMOS CUATRO AÑOS. Eduardo Flores analiza desde otras aristas el momento político en que se encuentra el país de cara a la segunda vuelta electoral. ¿Qué rol juegan los medios ante datos duros que no se ofrecen?

Buenas tardes Walter, cómo estás? Me imagino que los resultados del día domingo sorprendieron a una gran parte de la sociedad, ya que se escucha por doquier que la sociedad tiene lo que se merece o que la Argentina está perdida por elegir a Massa/Kirchnerismo. En fin, creo que más de un ciudadano está enceguecido por los resultados, y opino que solo está viendo un acertijo o un desafío que tenemos para las próximas y las futuras elecciones.

Digo esto porque:
-De los 34.898.212 electores, 9.645.983 votaron al partido que gobierna actualmente, que es Massa, calificándolo como el gran vencedor de las elecciones, pero tampoco dicen que:
– Los 9.645.983 votos que recibió representan el 27,64% de la cantidad de los electores, debido a que en esta votación no se tomaron los votos en blanco. Entonces se puede decir que casi un 73% de los ciudadanos están en contra de la continuidad del actual gobierno.
– Se cae la premisa o afirmación de Juntos por el Cambio, sumando a periodistas y osados que afirman que «el 25% de los trabajadores mantiene al 75% de la sociedad como esclava de los planes sociales. Si esto fuera así, cómo entenderíamos que en estas elecciones solo el 27,64 % votó a Unión por la Patria?, ya si que fueran esclavos sociales, el resultado debería haber sido 75% a 25%.

Es evidente que pugnar por tener un mejor pasar no es sinónimo solo de la derecha, o del peronismo o de la ideología que fuera, es un derecho que se encomienda a nuestros representantes que están en deuda hace 4 décadas con nosotros para mejorar la educación, la salud, la justicia, el trabajo, la economía, etc. y que en las elecciones del domingo se demuestra que existe casi un 73% de la sociedad que clama por un cambio de gestión, pero que nuestro maldito sistema de elección tan postergado y poco perfeccionado en estas últimas 4 décadas, permite que irresponsables, incompetentes, inescrupulosos, etc. sigan utilizando el poder que se les otorga sólo para mantenerse en él, y alimentar a miles de PLANEROS VIP con cargos políticos que poco y nada hicieron por nuestra Argentina.
– Se cae el mito de periodistas, políticos y tantos otros que profesan tan cómoda y livianamente que los pobres son los que mantienen de pie al peronismo, simplemente porque si analizamos las cifras del INDEC, el 29,6 % de los hogares son pobres; y si estimamos que cada hogar se conforma por al menos dos personas mayorescon capacidad de votar, obtenemos el número de 14.886.076 personas pobres, (un número algo lejano a los 9.645.983 de votos obtenidos por el Ministro y candidato Massa.) Y sin olvidar que este último número incluye a los fundamentalistas VIP del partido y a todo el aparato político que vive de él,y que tienen un buen pasar y que no se encuentra en la línea de pobreza.

El peronismo no solo repartió dinero, planes, chapas, etc. sino también esperanzas, ya que en las elecciones pasadas se encargó de pedir a sus grupos más cercanos que voten a Milei para desarmar a Juntos por el Cambio, cosa que ha logrado; sobredimensionó a un candidato para que una parte de la sociedad se incline por un supuesto claro ganador (nadie quiere votar a un perdedor) y en estas elecciones sus fundamentalistas votaron a sus amos (UP), y por eso se explica en gran parte la diferencia de votos que sacó.

En este acertijo que se nos presenta con las próximas elecciones debemos entender que dentro del desánimo que nos han generado los resultados del domingo pasado, quizás exista una luz en el camino que no se alcanzará solo con votar en noviembre; sino, que deberá ser un compromiso y objetivo en las elecciones posteriores, entendiendo que debemos alejarnos de las malas costumbres; o mejor dicho, de la vieja política que juega y despilfarra los fondos públicos en pos de mantenerse en el poder, derrocha los fondos que faltan en nuestras escuelas, hospitales, rutas, tecnología, seguridad, justicia, infraestructura, etc.

También debemos poner en nuestra consciencia si realmente somos objetivos con la realidad descripta, porque no existe solo una franja o sectores de la sociedad que nos sacarán del fondo de la olla, sino que de ésta salimos en conjunto, sin importar si es ciertos que haya sectores que realizan mayores o menores esfuerzos para nutrir de fondos al Estado, ya que el verdadero problema es que gran parte de la sociedad nos encontramos en la telaraña de la deficiencia y apropiación de los derechos que pugnan como propios o exclusivos de ideologías partidarias, pero que en realidad sólo tenemos deficiencia en seguridad, educación, salud, justicia, economía, libertad, democracia, derechos humanos, etc.

En un momento opinaba que ya teníamos un claro ganador, ya que llegamos al punto explicado por la vicepresidente: un balotaje con Massa y Milei; pero con lo descripto creo que aún tenemos una oportunidad de rebelarnos ante los caprichos de los VIVOS de siempre, solo debemos tomarnos un minuto para entender si vamos a claudicar las ansias de cambio o no, aclarando que la opción que tenemos no será la mejor, pero será la que menos daño nos haga y que será el inicio para desprendernos de a poco de las lacras de la política.

Por último, anhelar un cambio dependerá no sólo de que otros hagan política, sino que como ciudadanos comunes nos involucremos y animemos a participar en política para evitar que los VIVOS de siempre sean los voluntaristas-representantes que poco y nada hicieron/hacen por nuestra Argentina.

Eduardo Flores, Los Helechos -Misiones.

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