LA RECONQUISTA. «…Manuel Belgrano ha sentido vergüenza al ver entrar las tropas enemigas. Eran escasas. Y la ciudad había sido entregada. El virrey está prófugo. Todo parece perdido porque se ha perdido el ánimo. Las espadas de los jefes militares se doblegaron en actitud de derrota y ya gobiernan miembros del consulado y cabildantes para satisfacer hasta los mínimos deseos de los dominadores. Pueden pasear en triunfo por las calles de Londres, los trofeos de una victoria tan fácilmente conseguida. Pero no escapan a la percepción de los jefes ingleses algunos signos de resistencia moral». por Enrique Martinchuk
En otra fabulosa entrega de *Ernesto Martinchuk en su blog «Perlitas Periodísticas, un brave recorrido por los hechos y personajes que hacen a la historia del periodismo», nos ofrece esta visión sobre cuestiones imbricadas en aquel que encuentra, dentro de la redacción de sus notas, hechos que disparan búsquedas que le den sentido a la evolución de la reflexión. A pié de página están los detalles de este notable del periodismo argentino que lo volvió por peso especifico, un objeto de seguidores de culto.
LA RECONQUISTA
Agosto de 1806. Buenos Aires está, desde el 27 de junio, en poder de los expedicionarios ingleses que, en número de 1560 hombres, desembarcaron al mando de Beresford. Buenos Aires ve cómo ondea en el Fuerte el pabellón de Gran Bretaña, en el mismo mástil donde, durante muchos años, flameó el estandarte español.
Buenos Aires ha comprendido que vive ya una existencia de ciudad conquistada y que las libertades de comercio prometida por los invasores se realizarán, de llegar a cumplirse, con la condición de una colonia de la metrópoli imperial que no habla su propia lengua. Buenos Aires se halla humillada. Están deprimidos tanto españoles como criollos.
Uno de ellos, Manuel Belgrano, ha sentido vergüenza al ver entrar las tropas enemigas. Eran escasas. Y la ciudad había sido entregada. El virrey está prófugo. Todo parece perdido porque se ha perdido el ánimo. Las espadas de los jefes militares se doblegaron en actitud de derrota y ya gobiernan miembros del consulado y cabildantes para satisfacer hasta los mínimos deseos de los dominadores. Pueden pasear en triunfo, por las calles de Londres, los trofeos de una victoria tan fácilmente conseguida. Pero no escapan a la percepción de los jefes ingleses algunos signos de resistencia moral. Hay, es cierto, salones aristocráticos que se iluminan para que bailen en ellos los oficiales británicos, pero hay también rostros impenetrables, rumores de que están cargadas las armas de la resistencia, que no fueron entregadas, y la certeza de que no pocos conspiran. Y es así…
En la plaza de toros del Retiro, se congregaron para deliberar los más audaces. Se propusieron distintos planes. Se discutieron la acción individual y los hechos vandálicos. Y se impuso, por último, el criterio de desarrollar una acción en gran escala, combinada con la que se organizaba en Montevideo. Ya está todo listo. Ya están en Perdriel los contingentes salidos de Buenos Aires para volver sobre la ciudad en son de guerra. Su insurrección estalla prematuramente y fracasa.
Es preciso aguardar horas que pasan lenta, angustiosamente. Es necesario esperar a que Santiago de Liniers cruce el Plata con las tropas de sus dos bandas, que desembarque en Las Conchas, que avance lentamente y se presente, desafiante, decidido, en los corrales de Miserere.
Es el 10 de agosto y el militar francés, que trabaja desde mucho tiempo atrás al servicio de España es incorporado desde ahora a la historia argentina, exige de Beresford la rendición de la plaza. La contestación llega a medianoche. Es negativa.
El alba del 11 se asombrará ante esos hombres que, enlodados por una marcha entre barrizales, conquistan a bayoneta el parque de artillería, en el Retiro.
El 12 se intensifica la pelea. Avanzan los nuestros por la calle de la Merced, por la calle de la Catedral. Los ingleses tienen en su poder sólo la Plaza Mayor y su comandante en jefe dirige las operaciones desde los arcos de la Recova. Ya se refugian, por último, en el Fuerte, donde se rinden. Buenos Aires aclama su propia victoria.
Insistirán más tarde los ingleses. Volverán luego de su primera derrota, ahora con fuerzas superiores. Desembarcaron en la Ensenada y en menos de una semana de combates, durante la cual el destino del virreinato aparecerá definido como una pérdida irremediable para España, será el propio pueblo de Buenos Aires, en cuyas filas han de luchar los que tres años después encenderán las luminarias de la aurora de Mayo. Será ese pueblo, liberado ya de la tutela de los mandos peninsulares, el que con el heroísmo de la Defensa confirmará lo que han demostrado con la Reconquista: que es capaz de cuidarse y conducirse, de organizarse democráticamente en los momentos de prueba. Esa es la gran lección de las jornadas inolvidables.
Los argentinos -ya se nos dice así en homenajes que nos tributa América– hemos opuesto, con la energía de nuestro brazo, una valla insalvable a la ambición de los invasores. Y hemos dado a dos grandes imperios la prueba irrefutable de que, a orillas del Río de la Plata, existe algo más que una colonia: que vibra hondamente una nación cuyos hijos saben lo que dicen cuando pronuncian la palabra Patria.
Ernesto Martinchuk es un destacado periodista y documentalista
-Se desempeñó en el área de Noticias de los canales 9, Teledos, ATC y TELEFE.
-Fue Docente y Rector en la Escuela Decana de Periodismo Círculo de la Prensa entre 1984 y 2014.
-“Directivo Decano de Honor y Dignidad”, “Magister Laudet” – Asociación de Rectores de la República Argentina y la Asociación de Directivos Argentinos.
-Doctor Honoris Causa – Honorable Academia Mundial de Educación por su trayectoria en favor de la Educación Mundial.
-Autor de varios libros relacionados con el periodismo.que se pueden consultar en forma gratuita en la plataforma Issuu.
-Productor y director del primer documental sobre los pueblos originarios: Los Quilmes, la última resistencia (1995) que se puede ver en las plataformas You Tube y Contar.
-Hoy trabaja en su blog perlitasperiodisticas.wordpress.com un breve recorrido por hechos y personajes que hacen a la historia del periodismo.